¿Por qué redondo?
Me lo he preguntado más de una vez:
¿Por qué el redondo me atrae tanto?
¿Por qué elijo un botón, un espejo, una flor… siempre redonda?
Quizás porque lo redondo no hiere.
No hay esquinas que rasguen,
ni vértices que separen.
El círculo abraza.
Envuelve.
Acoge.
Lo redondo es la forma del ciclo,
del retorno,
del sol que amanece y se despide para volver.
Es la forma de la pupila cuando mira con ternura,
del abrazo que no impone condiciones,
de la palabra que vuelve a ti cuando has sanado.
¿Será por eso que elijo lo redondo?
Porque me recuerda que todo vuelve,
que incluso el dolor puede girar y convertirse en paz.
Porque en lo redondo hay constancia,
hay promesa,
hay algo que no se rompe con facilidad.
Yo no soy de líneas rectas.
No nací para cortar caminos.
Nací para unir.
Para mirar de frente y decir:
“Estoy aquí, contigo, en esta danza circular de lo humano”.
Por eso sí.
Elijo lo redondo.
Porque es la forma más cercana al alma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
✨ Cada comentario es una semilla en esta raíz que crece con VERDAD y JUSTICIA. ✨
💬 Comparte tu sentir con RESPETO y SINCERIDAD. 💬