Entrada 102: Te presto mi voz
A veces, la verdad no se grita.
A veces, basta con prestarle tu voz a quien nunca pudo hablar.
Hoy no soy yo la que escribe. Hoy, hablo por ellas. Por ellos. Por ti.
Y luego… guardamos 102 segundos de silencio para escuchar lo que el alma diga después.
“No era exageración, era intuición. Pero a veces, para que te crean, tienes que arder primero.”
“No era juego. Era fe. Era mi forma de no perderme en este mundo de adultos sin alas.”
“Me quitaron el puesto, pero no la dignidad. Esa la escondí en la pluma que firmó mi última verdad.”
“No por tristeza, sino porque prefiero celebrar el alma, no los números. Saltar, mancharme de tarta, reír… esa soy yo.”
“Fui leal a un sistema que no fue leal conmigo. No quiero venganza. Solo justicia. Solo regresar a donde fui útil y feliz.”
“No rezo con palabras. Solo toco. Y Dios me entiende. A veces, el lenguaje más puro es el del gesto.”
“Me llamaron intensa, dramática, loca. Pero nunca me llamaron cobarde. Y eso es suficiente para seguir.”
Y ahora, si llegaste hasta aquí,
te invito a cerrar los ojos.
No leas. No respondas.
Solo guarda 102 segundos de silencio.
El alma, cuando se le presta espacio,
siempre responde.
Gracias por prestar tu alma a estas voces.
Porque en el fondo… todas viven en ti también.
— Raíz de tu Ser
No hay comentarios:
Publicar un comentario
✨ Cada comentario es una semilla en esta raíz que crece con VERDAD y JUSTICIA. ✨
💬 Comparte tu sentir con RESPETO y SINCERIDAD. 💬