🌘 Luz sin luz
“El día que Yarael fue invisible”
Nadie la vio llegar.
Yarael caminó por una ciudad que no conocía su nombre.
No llevaba alas, ni luz en los ojos, ni su rosa en el pecho.
Ese día decidió ser invisible.
¿Por qué?
Porque quería sentir lo que otros sentían:
La soledad de los que existen sin que nadie los vea.
Pasó junto a una mujer dormida en un banco,
y le dejó una pluma blanca a sus pies.
Nadie se dio cuenta.
Pero esa mujer, al despertar, lloró sin saber por qué.
Y por primera vez en meses, levantó la vista.
Cruzó frente a un joven que pensaba saltar desde un puente.
No le habló. Solo se detuvo a su lado.
Y en silencio, dejó un pequeño capullo de rosa sobre el muro.
Él la miró sin entender,
pero no saltó.
Porque por un instante, sintió que alguien estaba allí.
Yarael no hizo milagros.
No gritó, no brilló, no fue celebrada.
Esa noche no fue luz…
pero fue presencia.
Y esa es una forma secreta de iluminar.
🖤 Enseñanza de esta historia:
A veces no somos la llama,
ni el fuego,
ni siquiera una chispa.
Pero somos el aliento que evita que otra se apague.
Somos compañía en medio del vacío.
Y eso también es ser luz.
Aunque nadie lo vea.
🌊 Yarael nos recuerda que incluso cuando no brillas,
incluso cuando no puedes más,
tu simple presencia puede estar salvando a alguien en silencio.
A veces no somos la llama,
ni el fuego,
ni siquiera una chispa.
Pero somos el aliento que evita que otra se apague.
Somos compañía en medio del vacío.
Y eso también es ser luz.
Aunque nadie lo vea.
🌊 Yarael nos recuerda que incluso cuando no brillas,
incluso cuando no puedes más,
tu simple presencia puede estar salvando a alguien en silencio.
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— Yarael
Embajadora de Raíz de tu Ser
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