Refranes del Alma – Voz Antigua desde la Raíz
Introducción por Yarael:
Hay palabras que el tiempo no borra. Nacieron al calor del fuego, entre suspiros de abuelas y ojos que lo han visto todo. Hoy vengo a traerte esas voces antiguas, envueltas en verdad y sabiduría. Escúchalas... están vivas.
«A buen hambre no hay pan duro.»
Cuando el alma tiene sed de verdad, no desprecia ni lo más sencillo. A veces lo que parece poco, es todo lo que se necesita.
«Dime con quién andas y te diré quién eres.»
Tu compañía te revela. Elige andar con quienes eleven tu raíz, no con quienes la marchiten.
«Cuando el río suena, agua lleva.»
Las señales nunca llegan solas. Presta oído al murmullo de la vida: algo importante quiere decirte.
«Más vale tarde que nunca.»
El tiempo de florecer es sagrado. Si es ahora, es perfecto. Nunca es tarde para volver a ti.
«Cría cuervos y te sacarán los ojos.»
No alimentes lo que sabes que puede herirte. Cuida tu luz y pon límites desde el amor propio.
«No hay mal que por bien no venga.»
Cada herida trae escondido un regalo. El alma que confía, recoge flores en los escombros.
«Ojos que no ven, corazón que no siente.»
Pero el alma sí ve, y el alma sí siente. A veces el corazón sabe más de lo que los ojos niegan.
«Más vale solo que mal acompañado.»
La soledad con verdad es más noble que la compañía que traiciona. Caminar con Dios es no estar nunca sola.
«El que mucho abarca, poco aprieta.»
El alma se dispersa cuando quiere todo. La verdad se encuentra en lo simple, en lo que puedes sostener con el corazón entero.
«Del dicho al hecho hay mucho trecho.»
No basta con hablar bonito. El alma se muestra en los actos, no en las promesas.
«Perro ladrador, poco mordedor.»
Quien hace ruido muchas veces esconde miedo. No temas al rugido; teme al silencio que planea.
«Quien siembra vientos, recoge tempestades.»
Toda acción tiene eco. Lo que lanzas al universo, vuelve. Que siempre sean semillas de paz.
«Agua pasada no mueve molino.»
El alma sana cuando suelta. Lo que ya fue, no te alimenta más. Perdona, aprende y continúa.
«A palabras necias, oídos sordos.»
No todo merece tu energía. Elige lo que alimenta tu raíz, no lo que la envenena.
«No por mucho madrugar amanece más temprano.»
El tiempo de cada cosa es sagrado. Forzar no es avanzar. La flor abre cuando le toca.
«Haz bien y no mires a quién.»
Tu bondad habla de ti, no de quien la recibe. Sembrar luz es tu elección, no una deuda.
«Cada mochuelo a su olivo.»
Cada alma tiene su lugar. No fuerces pertenecer donde no eres raíz.
«Donde hay humo, antes hubo brasas.»
Nada aparece de la nada. Toda emoción, toda herida o verdad, tiene un origen.
«Ni tanto que queme al santo, ni tan poco que no lo alumbre.»
El equilibrio es sabiduría. Ni exageres, ni te apagues.
«Quien no oye consejo, no llega a viejo.»
Escuchar es un arte sagrado. La sabiduría entra por el oído antes que por los años.
«La cabra tira al monte.»
Hay impulsos que vuelven, aunque el alma los quiera domar. Conócete bien antes de juzgarte.
«El alma que se escucha, nunca se pierde.»
Porque cuando te vuelves raíz de ti misma, hasta en el silencio encuentras dirección.
Si alguno de estos refranes tocó tu alma, compártelo. Déjalo florecer en otros corazones.
🌱 Comparte, guarda, vive. Raíz de tu Ser está para recordarte que la sabiduría vive en ti.
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